Llegó ese invierno que parecía que no iba llegar. Lo cubrió todo de nieve, en silencio. Y cayó de tal manera que en el Pirineo hubo que cerrar escuelas, se cortó el suministro eléctrico debido a la caída de arboles y los quitanieves no daban abasto. Los pirenaicos han aguantado estoicamente los cortes de luz, la falta de calefacción y la incomunicación telefónica durante días con todo lo que eso conlleva.
Desde la ciudad disfrutamos de los hermosos paisajes pirenaicos cuando el tiempo y las carreteras lo permiten, sin pensar lo duro de la vida en el Pirineo cuando el agua, la nieve y el hielo se hacen los dueños.
El Pirineo viene siendo manejado desde el Neolítico por sus habitantes mediante el fuego, el hacha y la azada y a ellos debemos agradecer los magníficos paisajes que han creado pese al calor y a las nieves.
Barro, hielo y nieve.
Otegigibel I (Auritz -Burguete).
Desde Betolegi (Orbara).
Otegigibel II (Auritz -Burguete).
Ipetea (Orreaga - Roncesvalles).
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Otegigibel III (Auritz -Burguete) . |
Soroa (Garaioa).
Otegigibel IV (Auritz -Burguete).
Badalegi (Orreaga - Roncesvalles)
Gabarbide I (Luzaide - Valcarlos).
Gabarbide II (Luzaide - Valcarlos).