Braim cogió la
mano de Beñat desde el primer día. Braim se portó como un miembro más de la
familia. Siempre atento, haciendo honor a la hospitalidad bereber.
Descubrimos su
tierra, los pueblos y montañas del Atlas a través de cómodos senderos de mulas.
Gracias Braim.
Queríamos conocer
la ciudad africana del viento, Essaouira. Ciudad cosmopolita, azotada por los
vientos alisios. Y me quedé con el olor a pescado de su mercado, la música en sus
calles y esos desayunos a base de miel y
zumo de naranja.
Ya de vuelta, en
Marrakech nos dejamos perder por la medina.
Me gusta
Marruecos, impredecible, nunca te deja indiferente.
Anocheciendo en Imi Ourhlad
Valle de Azzadene
Agouinane
Tizi Oussem
Beñat callejeando por Tizi Oussem
Camino a la cascada de Irhoulidine
Preparando el té
Vía láctea sobre Tizi Oussem
Cascada de Irhoulidine
Aremd con el Toubkal al fondo
Mercado de pescado en Essaouira
Essaouira
Playa de Essaouira
Medina de Essaouira
Surtido de pescado
Medina en Marrakech
Curtidores en Marrakech
Medina en Marrakech
Si quieres viajar
a Marruecos de la mano de alguien, te recomiendo a Braim (Senderismoenmarruecos.com)
si le dices que vas de mi parte te hará precio de amigo.
