Desde la verja del campamento los porteadores esperan apiñados a que se
les llame para ser contratados a un trabajo que les proporcionará cincuenta
euros semanales aproximadamente.
Transportarán una carga de veinticinco kilos, ni más ni
menos, que serán pesados escrupulosamente. Transportarán petates, sillas,
bidones, estructuras y todo lo necesario para el campamento sobre sus arcaicas
estructuras a modo de mochila.
Una persona transporta una carga, una mula tres.
Duermen en vivacs (pequeños muros de piedra a modo de cortaviento) fuera del campamento, directamente sobre
el hielo, aislados únicamente con plásticos y mantas. En un vivac caben de tres
a seis personas, duermen bien apretadas y tapadas con viejos sacos y mantas.
Dependiendo del tiempo, al raso o cubiertos con plásticos.
Su comida es a base de txapatis (tortitas de trigo
sarraceno), lentejas y cebolla.
Una vez acabado su servicio, bien apiñados en el todoterreno, vuelven a sus aldeas tal y como empezaron.
Una vez acabado su servicio, bien apiñados en el todoterreno, vuelven a sus aldeas tal y como empezaron.
Pero lo más admirable es su cordialidad y su atención
hacia nosotros.
¡Qué fotos! Y qué vida la de los porteadores. Muchas veces llevan cargas tan "amorfas"... ¿las atan como buenamente pueden para cogerlos a la espalda o las atan a algún soporte que lleva las correas de la mochila?
ResponderEliminarGracias Xabi!! Las cargas las sujetan a una estructura que a su vez tiene unos tirantes caseros a modo de mochila.
ResponderEliminar